Ese tono de voz, esa interpretación vocal digna de un maestro de las artes, poeta de nuestros tiempos y de siempre, Bono. Cambios de rasante de una poderosa voz en una inmortal canción que pone los pelos como escarpias por su dulzura, por su nostalgia.... ahora mismo, en su día y hasta el fin de los tiempos, en fin, para mí : un clásico de ayer mismo, de hoy en día y de siempre. A medida que crece la canción, ese grito en medio, desgarrador pero a la vez liberador, símbolo de los más auténticos románticos de la juventud de esos tiempos, qué hermoso ! Y para finalizar : esas espectaculares e inconfundibles guitarras al unísono con una dulce batería que sólo acompaña, pero cómo... unas melodías de lo más transportadoras. Unicos.
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