Sombras, garras, colmillos, ojo avizor, ávido de lágrimas sangrientas,
pesadillas internas que me empujaban a
huir de mi propio yo, para no ver los demonios que perseguían mi alma,
para no dejar que salieran a flote las tinieblas en las que ya anduve un tiempo perdida y que intentaban que mi vida no volviera a cobrar el sentido que un día tuvo y se había esfumado entre su oscuridad…
...Fatalismo, crueldad, ansiedad, restos de necedad, ignorancia
y demasiada tonta bondad, traicionada por la maldad, a veces innata, a veces
ignorada, de aquellos que me quisieron mal… todo ello, salía empujado por los
demonios del pasado, que no dejaban que me amara como debía haberme amado… unos
demonios que ya no volverán, un pasado que ya no existirá...
...Porque ya abrí mis ojos al presente y rescaté mi, antes secuestrada, serenidad; porque invoqué a la
armonía que, ahora, me alienta a levantarme cada día, a mirarme al espejo y sentirme
orgullosa al ver mi sonrisa, por sentirme viva y saberme real, porque ya no puedo ser otra que yo misma; así, canté también a la paz, para que me envolviera en sus brazos y entre tanta ternura, en su regazo, sentirme segura…
Gracias a tod@s por seguir ahí, seguir compartiendo y seguir acompañándome en este viaje ... la soledad siempre nos acompaña, no pasa nada por dedicarle, a veces, menos tiempo, ¿verdad? :)
Gemma-Enoa