viernes, 15 de agosto de 2008

¿Qué le está pasando al mundo?


El domingo por la tarde fui a la playa, y cuando el sol se puso, me fui a tomar algo y cenar alguna cosilla.

La cosa es, que yo estaba tan tranquila, en la terracita de un chiringuito de playa, con mi prima, cuando se acercó una mujer, totalmente embriagada, a pedirnos un cigarro...mi prima, rápidamente le dió uno, pero apenas la mujer intentaba darnos las gracias, vinieron, al instante, dos de los camareros del bar, a echar a la mujer, fuera de su territorio...

Bueno, hasta ahí, puede pasar, ya me pareció algo exagerado, pues la mujer, en su estado, no hubiera sido capaz ni de levantarnos la mano...pero bueno, aunque les dijimos que no pasaba nada, que le dábamos un cigarro y punto, igualmente, uno de los camareros, siendo amable con ella, se la llevó de ahí.

Hacía unos momentos, había llegado al chiringuito, un apuesto hombre, que con su manera de hacer y decir, parecía el dueño, o el encargado del mismo...pues bien, el referido señor (si se le puede llamar así, pues ya verán, más abajo, lo que hizo), viendo lo que estaba sucediendo, llamó al camarero, que, buenamente, estaba intentando llevarse a la susodicha mujer, fuera de allí..., el camarero volvió a su trabajo, pero la cosa no acabó ahí, señores, no... Agárrense, ahora viene lo fuerte :

Al cabo de unos instantes, la mujer, volvía a transitar por las cercanías del chiringuito, pero sin poder apreciar una servidora, que la señora molestara, ni dijera nada, a ninguno de los que ahí estábamos... pues ¿sabéis lo que hizo el mencionado, apuesto caballero? desenrollar la manguera del mismo chiringuito y enchufándola con todo su esmero, enfocándola contra la mujer, dejó ir todo el potencial del agua, más su brutal inhumanidad, dejando totalmente empapada a la pobre mujer, para alejarla de ahí, cual perro se tratara.

Yo me quedé estupefacta, atónita, no me podía creer lo que estaba viendo...con mis ojos más abiertos que nunca, le veía a él, mirando al resto del personal, ahí presentes, como si hubiera realizado la azaña del día, o ¿qué digo?, de su vida... es más, no se conformó con éso, sinó que luego, vinieron las jactancias y risas con los demás camareros.

No sé lo que está pasando al mundo. Si hubiera tenido el plato a medias, no hubiera podido acabar de comer, pues, de repente, con toda la movida, se me hizo un nudo en el estómago, que creí iba a vomitar, y no hubiera tenido que ir al baño, no, y no sigo por ahí...

Intenté pensar que, quizás, esa mujer estaba siempre por ahí, y que podría ser que estuvieran hartos de que se acercara a sus clientes, pidiendo tabaco o lo que fuera, pero por mucho que intento justificar el manguerazo y la jactancia y risas consiguientes, no puedo con estos actos, son superiores a mí...

Por supuesto, era la segunda vez que iba a ese chiringuito, me sentía a gusto, pero a partir de ahora... ahí no vuelvo jamás, y no porque una mujer borracha o drogada me pida un cigarro, no señores, sinó por el acto cometido contra dicha señora, porque borracha o no, merece ser tratada, igualmente, como ser humano que es, y no como a un perro, y eso que yo, ni siquiera se lo haría a un perro, pues algunos, igual tienen más humanidad que el que enchufó la manguera, y los que le seguían las risas, fijo.

Ni que decir cabe, que mi prima quedó igual o peor que yo, ya se nos quedó mal cuerpo para el resto del día, y que, al momento, pagamos lo consumido, nos levantamos y nos fuimos. Sólo uno de los camareros, ahí presentes, nos hizo entender, con su mirada, que él tampoco aprobaba lo sucedido, los demás se reían ...

Pues señores, aún me dura el mal rollo, cuando me acuerdo de lo sucedido, y vuelvo a hacerme preguntas..¿qué le está pasando al mundo? ¿dónde se fue la humanidad de las personas? ¿es que no hay otra manera de hacer las cosas, sin tratar a un ser humano como si fuera la peste? No sé, aquí quedan mis preguntas, para quien me las pueda o quiera responder algún día...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola...

Desde luego que lo que comentas es desmesurado, y mas hacia una persona que en definitiva no estaba haciendo nada malo a nadie.

Ante una desproporción de esta índole yo tomaría el mismo camino que tu, el no volver a pisar el lugar.

Y lo lamentable es que casos y cosas así no son aislados, creo que cada día vamos a peor.

Un saludo.

Gemma dijo...

Sí, lo que más rabia me da es que me quedé bloqueada, sólo pude marcharme de ahí, no pude hacer nada, y no quería ni hablar del tema con mi prima...pero por descontado que ahí no vuelvo en mi vida y no sé si tomaré alguna medida más, lo estoy meditando...
Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario :)