domingo, 15 de febrero de 2009

A la Amistad




El otoño ya pasó por mi vida,
las hojas cayeron, ya dormidas,
dejando un alma renovada,
de caducos recuerdos, ya limpia.

Las tormentas se llevaron
el sinfín de mi agonía,
oigo los ángeles cantar
y me susurras al oído :
-estoy aquí, contigo-.

Y el frío invierno llegó,
con él, revivió mi corazón,
pues, entre tanta aridez,
reencontré tu eterna calidez.

Una mano cercana y atenta,
reconfortante y tierna,
la que en mí, tanto despierta,
esperanza, alegría y paz,
en mis lamentos : una tregua.

Aires nuevos,
vientos frescos,
traen el milagro que anhelaba:
la belleza de tu alma,
aquella, que tanto esperaba.

Lo mejor, es que no te necesito,
por eso tanto te valoro y te digo :
-a salvo estarás, a mi vera,
pues tienes las puertas abiertas,
para entrar o salir cuando quieras-.

Gemma-Enoa

4 comentarios:

Sylvi dijo...

Molt bé, Gemma...Petons!!!!

Lila dijo...

La amistad es más pura cuando no es una necesidad.

Es de los amores más fuertes.

Un beso.

Gemma dijo...

Gràcies Sylvi per seguir animant-me, tu també, continua! ptons

A Lila : qué razón tienes, cuando una amistad es de verdad es para siempre...aunque no esté cerca, le sientes cerca y sabes que está ahí, eso sólo pasa con amistades de las buenas ! Besos.

Fernando Santiago dijo...

Hola! he estado un poco desaparecido pero te sigo.
Bien!