martes, 9 de abril de 2013

Una lección de vida



El otro día conocí a una Señora de 86 años, hablar con ella, era recibir muy buenas energías, con aquella sonrisa tan contagiosa, dibujada en su cara, transmitía dulzura, serenidad, paz y alegría… lo que no me imaginaba era el motivo de su alegría..

…Tras intercambiar una corta, pero intensa, conversación con ella, me confesó ese motivo y sus palabras fueron : -me han dado seis meses de vacaciones- lo que tampoco me imaginaba, fue lo que me contó después y era que ella jamás había ido de médicos y últimamente, había tenido que ir bastante, por problemas bastante graves, que había tenido.. le habían diagnosticado un cáncer de hígado, ya bastante extendido y antes de la última visita, creía que iba a morir muy pronto, pero en la última, le dijeron que todavía le quedaban seis meses de vida.. y esa era su alegría. Os lo cuento tal cual me lo expresó ella…

…La verdad, me quedé sobrecogida, muy sorprendida por su reacción ante tal sentencia… le extendí mi mano y le dije lo único que podía pronunciar en esos momentos  : -pues a aprovechar cada minuto-  y me respondió, mientras apretaba mi mano, tiernamente, sin dejar de sonreir, ni un segundo : - eso es lo que estoy haciendo-. 

Un abrazo a tod@s mis amig@s bloguer@s y a tod@ el que me lea, gracias.

Gemma-Enoa

3 comentarios:

BATOOSAHI dijo...

Sepamos o no, cuando se acerca nuestro fin hay que vivir y disfrutar de cada minuto de vida,,, o por lo menos intentarlo.
Una gran lección que nos da esta anciana.
Besos.

JOSH NOJERROT dijo...

No debemos olvidar que nuestro tiempo es limitado, que la vida y su tiempo tiene caducidad, que dejarlos pasar es no volverlos a encontrar, demasiadas veces olvidamos que no somos eternos y tiempo habrá de rectificarlo, mentira, los segundo que malgastemos, no volverán, pero seguro que una sonrisa los alargará...

Recomenzar dijo...

Maravilloso tu texto me has dejado con una sonrisa